miércoles, 27 de abril de 2011

YO APOYO A PAULA CUSI (O MEMORIAS DEL CENTRO CULTURAL/ARTE CONTEMPORÁNEO Y DE UN SEXENIO QUE SE NOS FUE IMPUNE)



La reciente detención de Paula Cusi bajo la acusación de falsear declaraciones en audiencias públicas me trajo a la mente algunos recuerdos de la época salinista: la privatización de TELMEX, la firma del TLC, el asesinato de Colosio y los frecuentes viajes de mi familia a Houston cuando el dólar costaba tres pesos. Durante gran parte de esa promisoria década de los noventa, la señora Cusi estuvo casada con el mismísimo dueño de Televisa: Emilio Azcárraga Milmo, mejor conocido por su agresividad en los negocios como El Tigre. Eran tiempos casi felices, hasta que de pronto sobrevino la debacle económica, es decir, el error de diciembre.  Para entonces el matrimonio formado por Paula Cusi y el magnate televisivo ya atravesaba su propia crisis, tan así que El Tigre encontró rápido consuelo con la que sería su cuarta y última esposa, Adriana Abascal, una flamante señorita México. A Abascal el destino le tendría reservado un brillante porvenir, primero como la viuda oficial del multimillonario Azcárraga y segundo, como la socialité casi europea que es en la actualidad.

Pero a Paula Cusi, la vida le deparaba algunos altibajos. De acuerdo al Milenio Diario en su edición del pasado día 26 de abril,  a la muerte de Emilio Azcárraga Milmo en 1997, Cusi heredó el 16.66 por ciento de su patrimonio. Parece ser que una vez que se pagaron los adeudos de la sucesión, los pasivos resultaron ser superiores a los activos. Por lo tanto, el legado no significaba la fortuna que la señora y sus abogados imaginaron. Aún así, recibió mensualmente un millón 250 mil dólares hasta completar 50 millones, más los 45 mdd por sus acciones de Televisa.  No obstante, desde el año 2007 ha mantenido un litigio contra los demás herederos y albaceas de esta vasta fortuna.

Hace un par de días alguien escribió en su Facebook: “Yo apoyo a Paula Cusi, porque como promotora cultural hizo buen uso del dinero generado por la TV”.  En esta declaración hay mucho de verdad. Resulta que cuando Cusi era la esposa y no la “ex” de El Tigre Azcárraga, dedicó su tiempo a la nada despreciable labor de  canalizar parte de la fortuna generada por la empresa Televisa hacia la realización de proyectos culturales. Haciendo un poco de historia, la recién creada Fundación Cultural Televisa fue líder en la formación de una importante colección de arte contemporáneo y la implementación de programas de becas y apoyos a la creación artística. También erigió y gestionó un nuevo museo en Polanco (el Centro Cultural/Arte Contemporáneo) y un proyecto editorial de divulgación cultural con revistas de buena presencia como la de Saber Ver.

El Centro Cultural/Arte Contemporáneo (en Campos Elíseos y Jorge Elliot) fue inaugurado en 1986. El museo se ubicaba en un inmueble que fuera erigido como Centro Internacional de Prensa durante el Campeonato Mundial de Futbol México 1986. Aquéllos que lo conocieron recordarán que era un espacio verdaderamente impresionante: cuatro pisos y 2,665 metros cuadrados. El edificio fue diseñado por los arquitectos mexicanos Sordo Madaleno y Asociados, y tras su desocupación fue demolido en 2006 para dar paso a un hotel.  

Además de exhibir de manera permanente el acervo de la Fundación Televisa, el Centro Cultural/Arte Contemporáneo llevó a cabo muchas exposiciones de gran importancia. Ahora mismo me vienen a la mente un par de éstas, cuyos catálogos casi enciclopédicos todavía son material de consulta obligado. Por ejemplo, tenemos aquél dedicado a la platería (“El arte de la platería mexicana, 500 Años”) y otro, aún no superado en calidad, sobre los exvotos mexicanos (“Dones y promesas: 500 Años de arte ofrenda”).

De las muestras a las que tuve la fortuna de asistir, recuerdo “Luz y tiempo: Colección fotográfica de Manuel Álvarez Bravo” con especial cariño. Las obras me impactaron de tal manera que en el último semestre de mi carrera decidí especializarme en la conservación de material fotográfico. Igualmente,  todavía conservo algunos apuntes de mi visita al retablo de la Virgen de los Dolores, el cual se volvió una especie de caso de estudio en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH por la controversia que había generado su procedencia, intervención y montaje.

Al tiempo que yo concluía mis estudios de licenciatura en el año de 1998, el Centro Cultural/Arte Contemporáneo cerraba sus puertas. El destino de la colección fotográfica fue durante largo rato el archivo de la Casa Lamm, en tanto que el resto de las obras fueron depositadas en las bodegas de Televisa en Santa Fe.  Era el final de una época y el inicio de otra, con nuevas fortunas y nuevos proyectos culturales como es el caso del Museo Soumaya, posible en gran parte por el capital proveniente de las empresas privatizadas durante la época de Salinas de Gortari. Como pueden ver, esto del dinero, la fortuna y la cultura son parte del eterno retorno.

IMAGEN: Paula Cusi y Emilio Azcárraga Milmo. 16 de mayo de 1993. Fuente: Periódico El Universal DF www.eluniversaldf.com.mx

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